zona centro

Mitos y leyendas en la zona Centro

La zona central al ser el territorio de Chile más poblado y el sitio en que primero se establecieron los colonizadores españoles, lo que produjo la aparición de una mitología propia de la etapa de la colonia chilena; la cual igualmente se caracterizó por asimilar muchos de los seres mitológicos provenientes de las creencias del pueblo Mapuche.

Las leyendas y mitos de esta zona tienen muchas versiones modificadas por la tradición oral. Siendo algunos de los seres mitológicos más conocidos o populares: Pedro Urdemales, la Calchona, la Llorona, el Chonchón, y el Piuchén; y leyendas como la laguna del Inca y la campana de Rere.

La Calchona 

(proviene del
mapudungun Kalcha: mecha o pelo largo desordenado y sucio, "mechuda" (persona con gran cantidad de cabello desordenado)); es el nombre de un ser mitológico perteneciente a la mitología chilena de la zona central.

El término antiguamente también se utilizaba igualmente para describir a las mujeres indicadas de brujas.
La versión más popular y solo conocida como la calchona, cuenta que la Calchona sería actualmente una criatura con la apariencia de una
oveja, con las patas delanteras, rostro y cabello de una mujer; no teniendo la capacidad de hablar, por lo que solo puede balar como una oveja. Igualmente existen otras leyendas en las que también se suele llamar Calchona a otras brujas mitológicas de la tradición chilena, pero la diferencia es que estas también son conocidas por otros nombres; como por ejemplo la bruja conocida como la Viuda (la cual se dice atacaría a los jinetes en las noches).
La leyenda dice que la Calchona originalmente fue una bruja que tenía un matrimonio y dos hijos pequeños; teniendo su hogar en un campo de la zona central de
Chile. Sin embargo, su familia no sabía la verdad sobre que ella practicaba la brujería. En su hogar ella escondía varios frascos que contenían unos mágicos ungüentos (cremas), que al aplicarlas sobre una persona, permitían transformar un ser humano en el animal que eligiese.
Se dice que todas las noches usar su poder para que su marido e hijos no se despertasen en toda la noche, y por razones que se desconocen, la Calchona posteriormente realizaba el extraño rito de colocarse los mágicos ungüentos para transformarse en una gran oveja negra y salir a pasear por los campos hasta la madrugada; y recobrando su forma humana al volver a aplicarse sus ungüentos.
Pero sucedió que un día que se le olvido realizar el hechizo para hacer dormir; y debido a ello sus hijos la vieron transformarse. Al ver la asombrosa transformación, ellos queriendo imitar a su madre se pusieron los ungüentos, transformándose en
zorritos. Pero luego de realizada la transformación se dieron cuenta que no sabían como volver a ser niños, y por ello convertidos en estos animalitos se pusieron a llorar amargamente. Producto de los llantos, el padre también se despertó, pero su sorpresa fue enorme al no encontrar a su esposa e hijos; y ver en su lugar solamente a aquellos pequeños animales.
Producto del amor a sus hijos y las historias que había escuchado sobre los ungüentos que utilizaban las brujas, logró imaginarse que aquellos frascos pudieran contener algun tipo de ungüento mágico y que aquellos zorritos eran posiblemente su familia. Así decidió probar aquellos ungüentos en los zorritos, los cuales inmediatamente se transformaron nuevamente en niños. Luego los niños le contaron que era su madre la dueña de los ungüentos. El padre asustado y para evitar que les volviera a ocurrir lo mismo a sus hijos, decidió tirar el ungüento en las aguas de un río y alejarse todos de la casa.
Posteriormente al regresar la Calchona a su casa, y aun estando convertida en una oveja negra, al ver que no estaba su marido e hijos, asustada comenzó a buscar sus ungüentos por toda la casa y sus alrededores; encontrando solamente los frascos casi vacíos. Así ella muy afligida, trato de utilizar los restos de ungüento para transformarse nuevamente en ser humano; pero para solo le alcanzo para tránsformar sus manos, rostro y cabello a su forma humana. Quedando para siempre convertida en ese animal mitológico.
Por eso, cuando en las noches los
campesinos sienten balar una oveja que vaga sola por los campos, ellos saben que se trataría de la mítica calchona; y como tradición se acostumbraría dejarle un plato con comida para que se alimente, ya que se dice que la calchona es totalmente inofensiva y estaría arrepentida de sus antiguos actos de brujería.

La Llorona

En Chile igualmente es una leyenda importante, y al igual que la Calchona, la viuda y la Condená, es uno de los personajes de leyenda femeninos más característicos del Folclore y mitología chilena; abarcando la difusión de su leyenda desde la región de Atacama hasta Chiloé en la zona sur de Chile.
Las diferentes leyendas chilenas sobre la Llorona van desde algunas versiones muy semejantes a la mexicana, a hasta versiones muy particulares del Folclore chileno. Las versiones chilenas definen al espectro como el espíritu de una mujer que busca a su hijo, caracterizándose por ser un espíritu que tiene una relación especial con la muerte.
La versión de la leyenda más propiamente chilena cuenta que La Llorona, tendría el nombre de la Pucullén. Se dice que llora eternamente porque su hijo fue arrebatado de sus brazos a muy corta edad. Sería una presencia fantasmal femenina vestida de blanco que solo sería visible por la gente que esta cercana a la muerte, por personas con habilidades especiales como las
Machis o los Calcus, o por los animales que tienen los sentidos más agudos, entre ellos los perros, razón de por que estos últimos realizan lastimeros aullidos para anunciar la presencia de este ser.
Ella sería una guía de los muertos, la cual indicaría, con sus pasos y llantos, el camino que debe recorrer el muerto, para dirigirse desde su morada terrenal hacia el más allá. Se dice que ella lloraría por todos los familiares del difunto, para que todos ellos se consuelen pronto de la pérdida; además de evitar que el espíritu del muerto decida ir a penarlos, desconforme por las pocas de lágrimas y sentimientos que puedan provenir de sus parientes.
Igualmente a través de sus abundantes
lágrimas, mediante un cristalino charco formada con ellas, podría señalar el sitio preciso en el campo santo, donde debe abrirse la fosa para depositar el féretro. Se dice que si esto sucede, la tierra necesaria para cubrir el féretro debe ser toda la necesaria para ello, ya que si ella faltara, sucedería que antes de cumplirse un año, moriría un familiar del difunto.
Otras versiones igualmente cuentan que La llorona es capaz de estremecer los corazones de quienes escuchan sus horribles lamentos, y tiene la terrible característica de robar hijos ajenos, como una venganza o equívoco producto de perder a su hijo. Igualmente se dice que con su mágico llanto, ella sería capaz de hipnotizar a hombres que deambulan solos en altas horas de la madrugada; el motivo de ello sería para pasar la noche con ellos y así apaciguar su eterna e infinita pena, despertando el hombre sin pantalones al día siguiente.

El Piuchén

Este ser presentaría una apariencia cambiante; la cual generalmente tiene el aspecto de una culebra voladora. Pero además podría presentarse como, serpiente, ave, pez, cuadrúpedo, rana, murciélago y hasta humanoide; o igualmente una mezcla de ellas. Se dice que además, su cuerpo estaría cubierto de pasto, arbustos y cilindros retorcidos, a modo de ganchosos cuernos y otras estructuras que sobresalen del cuerpo de esta criatura.
Según los
mapuches esta criatura generalmente era una serpiente alada que habitaba en los bosques. Sus alas con las que vuela a voluntad le crecerían cuando ha llegado a su edad madura. Presentaría una longevidad increíble y al llegar a la vejez, se transformaría en un pájaro del tamaño de un gallo o un pavo joven; pero igual de sanguinario como su otra forma. Además se caracterizaría por tener una fuerza tan poderosa que puede derribar grandes árboles; y en Chiloé incluso se dice que esta criatura puede levantar gigantescas olas que hacen naufragar las embarcaciones que estén cerca de él.
Esta criatura se alimentaría de sangre, y comúnmente estaría adhierida al tronco de los árboles en las noches y en los días de calor excesivo. Las personas pueden saber a donde ha estado, porque deja huellas de sangre mediante un excremento rojo que chorrea de los árboles en donde vive y se oculta durante el día. También se puede saber de su presencia al escuchar los agudos silbidos que emite estridentemente.
Se cree que esta criatura acostumbraría a vivir cerca de los lagos y ríos, donde su presencia ocasiona gran pánico; ya que se cree que produce una sustancia tan irritante que al ser transmitida por el aire o por el agua, ocasionando erupciones en la piel muy similares a la sarna. Además aquellos que tienen el infortunio de contemplarlo, podrían ser petrificados con su intensa mirada, para que luego esta criatura les pueda succionar la sangre; con lo cual pueden llegar a morir. Igualmente, se cree que cuando los habitantes de una casa se van volviendo extremadamente flacos, y ya se ha descartado la presencia del
Colo Colo o el Basilisco chilote; su enfermedad sería producto de esta criatura.
Se dice que esta criatura, aunque puede atacar al ser humano, esto es muy excepcional; y más comúnmente se alimentaría de la sangre que succiona de las ovejas, cabras u otros animales; pero no haría daño alguno en los rebaños de cabras u otros animales de color blanco. Se dice que cuando enflaquece el ganado sin una causa aparente, es producto de esta criatura.
Se dice que la gente y cuadrúpedos solo quedarían a salvo si se trasladan a otros lugares, o al quedar interponiéndose entre ellos y esta criatura tipo
vampiro, un río o un estero. Pero si por diversos motivos no se puede abandonar el lugar donde estaría alimentándose esta criatura, sólo se puede combatir a este mal mediante la intervención de una Machi que conozca la ceremonia mágica para ahuyentarlo del lugar. Igualmente se dice que para matarlo, se puede cubrir con una tela fuerte, el árbol en que está escondido, para que así no pueda huir esta criatura, y en seguida se debería prender fuego al árbol.

La Laguna del Inca

Es el nombre dado a una laguna ubicada en la cordillera de los Andes en la zona de Portillo, ubicada en la provincia de Los Andes, V Región de Valparaíso, en Chile; e igualmente el nombre utilizado para referirse a una leyenda referente a esta laguna.
Cuenta la leyenda que existió un lago en el
incanato, el cual representó las penas de amor del inca Illi Yupanqui; y que según las tradiciones, sería la laguna actualmente conocida como La laguna del Inca.
Según la leyenda, en esta laguna Illi Yupanqui lloró todas sus penas cuando la princesa inca Kora-lle murió al sufrir un accidente al estar cumpliendo una tradición para su matrimonio.
El Inca, lloró en esta laguna ya que aquí fue dejado el cuerpo de su amada, y se dice que en ese momento la laguna se volvió color esmeralda, teñido por el color de los ojos que el hijo del Sol no pudo más despertar. También se dice que en ciertas noches de invierno todavía se pueden oír los lamentos del Inca.

 
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